viernes, 30 de julio de 2010

¿Cuál es la diferencia?

La semana pasada me junté a almorzar con unos amigos no-ñoños y, sabiendo de mi particular interés en estos ámbitos, decidieron bombardearme con preguntas. Rescaté dos frases de la conversación, que me resultaron fantásticas y fundamentales para este pequeño artículo.

La primera: "A vos que te gustan esas cosas". Entiendo la curiosidad que puede generarle a una persona los ámbitos, universos, conocimientos y mundos que desconoce. Pero, reconozco también el temor a revelar que algo saben sobre ellos. A nadie le gusta reconocerse ñoño. Existe una creencia generalizada de que los ñoños son personas anti-sociales, anteojudas, cubiertas de granos y con irritantes voces nasales. Lo cierto es que eso es un estereotipo, y como toda imagen estereotípica apunta al personaje más radical dentro de la farándula de los ñoños. Ser ñoño, no implica comprar el personaje mediático que propone la sociedad. En el mundo de los ñoños no hay que vestirse únicamente con el color negro, no hay que pintarse la cara, ni teñir el color de pelo, no te tenés que disfrazar de tu héroe favorito (a menos que quieras), no tenés que escuchar un cierto tipo de música; para ser ñoño lo único que tenés que tener una una pequeña fascinación por un elemento particular, sin impotar cuán ínfimo sea, de los universos comprendidos por la ñoñez. Será esa sensación particular la que te distinga, y te brinde aceptación entre tus pares, nada más.

Una vez derrumbado el mito, y luego de bajar el tono de mi voz chillona, limpiar mis gafas, y acariciar mi granuliento cutis, aproveché e indagué entre sus preguntas sobre sus conocimientos de estas cosas. Descubrí que, de una manera u otra sabían alguna que otra historia. Tal vez del Señor de los Anillos, tal vez de Robotech (Super Dimensional Fortress Macross + Super Dimension Cavalry Southern Cross + Genesis Climber Mospeada), Mazinger (Mazinger Z) o incluso los Supercampeones (Captain Tsubasa). Quizá conocían algún capítulo suelto de Star Trek, o por un loco amor a la Guerra de las Galaxias (Star Wars). A lo mejor, se manifiesta en el deseo de ser Batman, de manejar el Auto Fantástico (Knight Rider) o un irreconciliable odio con Spider-man.

El punto es que (casi) todos tenemos algo de ñoños dentro nuestro. Sólo tenemos que encontrar qué es exactamente lo que motiva nuestra ñoñez. Para algunos, son dibujos animados, para otros libros, para otros comics. Pero todos tenemos algo de ñoños, no importa cuanto lo neguemos.

"A todos nos gustan estas cosas"

La segunda: "¿Por qué le dan tanta importancia a .... si es solamente ....?". En su libro El Aleph, Jorge Luis Borges publica una de los pocos cuentos que verdaderamente entiendo y admiro. El Zahir, en el cuál describe un objeto que una vez visto jamás podremos olvidar. Nunca dejaremos de pensar en él, será nuestra fascinación para toda la vida. Ahora bien, todos tenemos zahires, esos objetos que tienen para nosotros un valor que va mucho más allá del plástico, metal, piezas, tinta o papel del que estén compuestos. Para algunos será una biblia de Gutenberg, para otros la Luger P08, para otros una de las pocas Ferrari Enzo; para los afortunados será la entrada del cine donde conoció aquella chica, para los melancólicos esa carta de amor no correspondido. Son objetos que tienen un determinado valor, pero que a los ojos de un conjunto social y del individuo cobran otra valoración, mucho mayor o menor que su valor real.

Para los ñoños, nuestros Zahires están en piezas únicas, limitadas o comunes que representan esos universos, mundos y fantasías. Pueden ser figuras de acción, comics, videojuegos, estatuas, parches, bustos, tazas. Para nosotros adquieren un valor especial por llevar el semblante de ese personaje que nos inspiró. Por representar ése escuadron que nunca se rindió. Por ser la primera historieta que realmente nos desveló. Lo que unos llaman jueguitos, para otros son una construcción artística comparable con el guernica de Picasso. Una historieta para unos, el pináculo del heroismo para otros. Una estatuita de un tipo con un casco chistoso, una invaluable reproducción exacta de la mejor construcción ficticia del villano en la historia cinematográfica. Estas diferencias entre los Zahires se dan incluso entre los ñoños, dependiendo sus intereses y gustos. Pero los ñoños se respetan entre sí, entienden lo que significa para el otro, porque saben lo que significan ciertas cosas para ellos.

Las defendemos quizá con mayor énfasis que los objetos que son zahires preciados y reconocidos por todo el conjunto social. Como cualquiera defiende y busca su zahir, su objeto preciado, "My precious..".

"¿Qué importancia tiene para vos .... si para mi es solamente ...? La misma que para mi tiene mi ... "

Hasta la próxima,

Q2

Pd: Espero no haberlos aburrido, pero tenía que meter a Borges para tratar elevar un poco mi incondicional amor para con ese juguete de plástico y no quedar tan pelotudo.
Pd2: Cambio órgano (a elección) por la estatua de Darth Vader ilustrada en la nota.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | Design Blog, Make Online Money