miércoles, 2 de marzo de 2011

Estéticas: Steampunk, o el wi fi a vapor…


En consonancia con la reciente publicación de términos ñoños (que seguramente se va a ir agrandando) por parte de uno de mis colegas, me propongo profundizar un poco uno de ellos. Al final de la lista aparece Steampunk, lo voy a tomar no tanto como género sino como una estética dentro del género ciencia ficción. Claro que tomo la acepción actual de estética vinculada más que nada a lo que hace a la imagen (unas diez veces menos profunda que la idea griega de la estética, considera una rama de la filosofía apuntada al estudio de la esencia y percepción de la belleza). Quiero decir, pensemos la estética como un patrón visual y de diseño que se repite en diferentes campos. Por ejemplo, la estética retro `80 durante los últimos años, utilizada mucho en publicidad (y ya están arrancando los incipientes retro `90 -busquen al fotógrafo Marcos López, es fantástico-). Nada escapa a las cuestiones estéticas (haya voluntad o no en aplicarlas) y, muchas veces, los nuevos modelos intentan romper con esto. Nuestro querido mundo ñoño está inmerso en esto; paso a paso iremos reconociendo las estéticas que lo signaron, lo signan y lo signarán (¡nunca conjugué tantas veces el verbo signar!), y, de ser necesario, en nuestra investigación daremos nombre a las estéticas ñoñas que no lo tienen -acá viene un “¡Carajo!”-.

Pero volvamos a nuestro asunto, ¿de qué demonios hablamos cuándo decimos Steampunk? El patrón es el siguiente: Tecnología de la primera revolución industrial (steam quiere decir vapor), pero con resultados mucho más elevados que los nuestros, una época victoriana alternativa, maquinarias enormes, muchos engranajes, vapor, cuero, vestuarios ampulosos con apliques y actitud punkie, grandes robots y vehículos, eventualmente algún sobrio autómata, etc… Siempre es preponderante esta idea de que la acción suceda en un mundo alternativo, con impresionantes avances a partir de las máquinas a vapor (este es uno de los aspectos que lo conecta con lo fantástico), donde el concepto del Glam se serviría de un cruza de la sobriedad victoriana + la extravagancia violenta punk + el brillo del bronce pulido, contrastando con la soledad de paisajes post-industriales (no todo es desolación, hay pasajes steampunk bastante alegres también).

Más lejos o más cerca de estas consideraciones genéricas, los ejemplos de la aplicación retrofuturista steampunk en materia ñoña son muchos. En grandes producciones como la película Wild Wild West (esa con Will Smith), donde el lejano oeste se da de cara con la super tecnología; también lo vemos en la no muy exitosa adaptación al cine del cómic The League of Extraordinary Gentleman (una liga compuesta por personajes de la literatura del siglo XIX), pese a lo flojo de esta película el concepto estético está muy bien trabajado (el Nautilus del capitán Nemo es impresionante). También hay acercamientos al steampunk en la inolvidable saga de Mad Max. Otro ejemplo actual es Hellboy II, donde Guillermo Del Toro se revuelca excelentemente en el steampunk con su Golden Army y el traje ectoplasmático del simpático Johann Krauss (no dejemos de mencionar a Mike Mignola, creador de estos y muchos otros personajes).

El anime ha sido muy enriquecido por esta estética, basta con ver Tenku no Escaflowne (prometo nota sobre esta fabulosa serie), o el film de Hayao Miyazaki (un groso) Hauru no ugoku shiro -El increíble castillo vagabundo-, donde sobretodo el diseño del castillo tiene un fuerte toque steampunk. Otra película interesante en estos aspectos, tirando más para el lado futurista, es la adaptación hecha en 2001 del manga Metropolis de Ozamu Tekuza (¡de 1949!), que mantiene varios paralelismos con el homónimo film de Fritz Lang (el clásico de1927 -flor de cronología-).

En videojuegos hay muchos casos, como ser la saga Final Fantasy, sobretodo el XII (¡cuantas horas de mi vida dejé ahí!).

Ejemplos hay por montones, seguramente a ustedes se les ocurran otros; desde luego recomiendo hacer el clásico Google imágenes, se pueden dar una panzada steampunk de aquellas, y ver también como el género inspiró los cosplays y diseños de artefactos más creativos (hay cosas realmente copadas).

¡Saludos retrofuturistas!

JD

1 comentarios:

Agustín María dijo...

Una cuasi época neo-victoriana que digamos...

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